Una que otra...
Una que otra...
Los churros
El domingo a Oscar se le ocurrió hacer CHURROS. Recorrimos varios supermercados y no conseguiamos el aparatito. Pero como estaba antojado de HACER CHURROS, no desistió, y al final consiguió su churrera. Con gran entusiasmo, preparó la harina, calentó el agua, mezcló los ingredientes, los metió a la churrera, y forcejeó como un sansón para empujar la pasta, hasta que saliéron unos churritos duritos y compactos que fueron a parar a la sartén con muuucho aceite calieeenteeee...
Los primeros churros salieron doraditos, un poco duros, pero los segundos.....empezaron a volar, y algunos precisamente sobre el cuerpo de Oscar, quién tras un alarido de dolor, movilizó a toda la familia, a curar su cuerpo con más de setenta salpicaduras de aceite caliente, y su cara también.. Ojos salvados gracias a los anteojos...
Los churros parecian vivos, y uno quedó clavado en..El techo!!!!!...Otros desparramados sobre la receta, y la cocina aceitada toda...
A correr al servicios de urgencia y a ponerle hielo por todos lados!!!!
Por suerte, le dijeron, la sacó barata...
Y hoy está con marquitas, mucha crema, protector solar,
y el recuerdo de un domingo de churros endiablados, que fueron a parar a la basura, porque nadie los quizo probar!!!!